¿A dónde ir en otoño? A Suiza.
Estuve en la ciudad de Ginebra un noviembre. Allí fue donde me enamoré perdidamente del otoño. Había estado ya en verano en la misma ciudad que estaba igual de bella, pero en otoño tenía un brillo especial. Y es que todos los colores del otoño viven allí. Cada parque y los alrededores tenían sus árboles en diferentes tonos cálidos. La ciudad me sorprendió lo suficiente como para querer explorar el interior del país durante esta época.
Ginebra tiene una buena combinación, un poco de ciudad y un poco de naturaleza. Quizás lo tengo idealizado, ya que vengo del Caribe y no suelo vivir estaciones. Además de que apenas hace unos cuantos años fue que vi el otoño en todo su esplendor. El punto es que el otoño en Ginebra me hizo sentir diferente y durante mis días allí estuve sumamente asombrada. A lo que me ha llevado a pensar en lo grande y diferente que es el mundo. A las experiencias que cada cual vive de acuerdo en donde nacieron, a la diversidad y a los cambios que vemos pasar.
Lo que me encontré en el camino otoñal en Ginebra: