Si tuviera que describir la Provenza en una sola palabra sería magnífica. Es que desde cada rincón es una postal. Visitar esta tierra de lavanda, viñedos, ríos y pueblos pintorescos es una experiencia sensorial. Aromas, colores, sabores...es un encanto realmente.
La Provenza se encuentra en el sur este de Francia y su belleza no tiene límites. Este verano (6-10 de julio) la parte de la Provenza que visité fue el interior, desde Vaucluse hasta Alpes-de-Haute-Provence cruzando las montañas de Luberon. La Riviera Francesa con su mar Mediterráneo es parte también de la región y “flipas” con todo lo que tiene para ofrecer como dirían mis amigos españoles, pero esa costa la dejamos para otra entrada. Los pequeños pueblos del interior donde reina la tranquilidad fueron los que visité.
Hacía ya unos años que venía pensando cuándo sería ese verano en el cual visitaría los campos de lavanda que tanto soñaba. Aprovechando una visita a Barcelona para celebrar el cumpleaños de mi amiga, decidí coordinar todo para poder ver la lavanda en flor. De paso quería visitar el cañón más grande de Europa: el famoso Gorge du Verdon, y conocer la capital del perfume: Grasse. Así que desde Barcelona en carro me fui con mi novio a conocer el interior de la Provenza. Y toda la ruta la hicimos en carro quedándonos en un pueblo diferente cada noche. En el camino encontré muchas bellezas. La Provenza me regaló lindos rincones, más de los que esperaba (y todos con un dulce olor a lavanda).
Es naturalmente fantástica.
Lugares con encanto que encontrarás en la Provenza:
- L’Isle-sur-la-Sorgue – le llaman la Venecia de la Provenza. Es un pequeño pueblo que se caracteriza por 2 canales que cruzan el centro y por sus tiendas de antigüedades. Tiene muchas, muchas tiendas vintage y ninguna pude visitar porque habían cerrado. Así que si planifican ir y dar una vuelta vayan durante el día antes de las 8pm y si coinciden un domingo mejor aun porque escuché de un mercado con productos provenzales.
- Gordes – el pueblo colgado de una colina. Sus colores entre cremas, marrones y sus calles en piedra son encantadores. Es muy pequeño y tiene unas vistas panorámicas lindísimas del valle y el Parque de Luberon.
- Abbaye Notre Dame de Sénanque (1148) – icónica y fotogénica en la ruta de la lavanda. Es uno de los lugares más especiales para disfrutar de la tranquilidad y el paisaje. La Abadía de Sénanque está al lado de Gordes y no solo puedes ver la abadía y los campos desde afuera, sino que puedes entrar en unos horarios específicos del día. La visité una mañana muy temprano para evitar muchos turistas y no entré a conocer su arquitectura, pero debe ser una belleza.
- Roussillon – el pueblo color ocre. Luego de visitar la Abadía y Gordes nos dirigimos a Roussillon a ver la variedad increíble de colores ocres, desde amarillos hasta rojos. Es increíble conocer cómo el pueblo se construyó encima de unas canteras de ocre y con esa misma tierra hicieron sus casas. Primero, un paseo por el pueblo y luego, admirar su belleza. Al atardecer este lugar debe ser mágico.
- Domaine Faverot – los campos de lavanda se mezclan con los viñedos. En ruta por las montañas era increíble ver lavandas a un lado y viñedos al otro. Sin planificar decidimos pararnos en el viñedo de Domaine Faverot. Resulta que tienen pequeñas villas para quedarse con vista al viñedo y allí mismo tienen sus vinos, los cuales probamos y nos llevamos un rosé y un tinto 😀 . Dimos un paseo por la casa con decoración vintage y seguimos la ruta. Me encantan las cosas inesperadas y esta fue sin lugar a dudas una muy linda.
- Pueblos provenzales – en la búsqueda de la lavanda recorrimos pueblitos tras pueblitos medievales. Para llegar de un lugar a otro tienes que pasar por el mismo centro de los pueblos. No sabía esto hasta que estuve allí, así que en algunos nos parábamos en búsqueda de comida o simplemente los veíamos desde el carro. Las casas con sus ventanas azules son de suspirar. Algunos de los que fuimos de pasada: Sault – Ferrassières -Revest-du-Bion – Banon – Saint-Michel-l’Observatoire – Folcalquier
Linda casa en Revest-du-Bion
Librería en Banon
Buscando lavandas andaba yo 🙂
- Valensole – el paraíso de la lavanda. Yes! Aquí hay mares de lavanda. Después de haber visto tantos campos de oliva, vino y lavanda, encontrarme con las lavandas infinitas fue un regalo muy especial para mi. Ya había leído que este lugar era de los más bellos para verla e indiscutiblemente es mi favorito para perderte en los tonos violetas y aromas del área. Como un segundo regalo me topo con girasoles. Un campo de girasoles al lado de uno de lavanda, imaginen los contrastes que hacían. Entonces entendí por qué Van Gogh se enamoró de los colores de la Provenza. Viviendo en la Provenza fue donde creó su famosa obra de girasoles.
Campo de trigo
- Gorge du Verdon – impresionante cañón. Es el cañón más grande de Europa y es realmente impactante. Este lugar merece una entrada dedicada a él porque es hermoso y más. Stay tuned!
- Moustiers Sainte-Marie – el pueblo más espectacular de toda la Provenza. Punto. Sacado de un libro de cuentos, está al pie de las montañas. No hay palabras para describirlo, ni foto que plasme lo visto y sentido allí. Aquí me quedé una sola noche y me aseguraré cuando vuelva de quedarme más tiempo. Es uno de los pueblos más cercanos al Gorge du Verdon. Es pequeñito, ¡pero qué lugar! Se come muy, muy rico. Hay restaurantes reconocidos y muy bien recomendados por los expertos 😉 .
- Grasse – la capital del perfume. La historia detrás de este lugar es increíble. Más detalles coming soon 🙂
Evidentemente, la Provenza dejó una huella en mi corazón. Mientras escribo, cierro los ojos y me imagino esos violetas, azules con sus ricos aromas. Te invito a conocer una de las regiones más lindas de Francia (si no es la más linda) y a dejarte seducir por su belleza.
Tips, Tips!
- La Provenza es tranquila, haz tu viaje tranquilo y separa unos días para ver cada parte con calma. Es muy diversa y merece ser explorada tranquilamente para apreciarla.
- Recomiendo el alojamiento en los pequeños pueblos provenzales. En su mayoría son B&B que son de lo más auténticos y pueden ser más económicos.
- La mejor forma de moverse por la Provenza es en carro.
- Verifica los horarios de los restaurantes, ya que en Francia se come y cena en horarios específicos. No encontrarás en un pueblo pequeño almuerzo (lunch) a las 3pm por ejemplo. Me pasó y más de una vez 😉
- Los meses a visitar para ver lavanda en flor son entre mediados de junio a mediados de agosto, pero siempre verifica antes de planificar tu viaje porque por ejemplo este año florecieron un poco más tarde debido a muchas lluvias en el mes de mayo. Y ellas necesitan mucho sol.
- Deja tiempo para lo inesperado
💜
