Paseo en kayak por un lago extenso que parece un mar, pero es artificial y que atraviesa un cañón… ¿cómo es? Existe. Esta fue la travesía en kayak por el famoso Lago Powell situado entre Arizona y Utah. En el viaje por Arizona, como en el cuarto día nos dirigimos al pueblo más cercano a este lago, Page. Llegamos allí una tarde para conocer a Horseshoe Bend y al día siguiente amanecimos para comenzar la aventura en kayak por el lago atravesando el Cañón Antílope. Page es una localidad con muchas aventuras para disfrutar, se encuentra al norte de Arizona y merece más de 2 días para poder aprovecharla al máximo. Esa primera mañana ya teníamos separada la excursión guiada donde conoceríamos este cañón desde el agua. Ya teníamos planificado al día siguiente conocerlo por tierra, así que por qué no conocerlo desde el agua también.
Aquí les dejo el relato del recorrido:
Por suerte durante esa mañana hacía un sol rico que nos calentó durante la travesía. Salvavidas puestos a las 9am, entramos al lago en el kayak y comenzamos a remar. Mi lado competitivo y nerd quería estar detrás del guía porque no me quería perder nada. Quería estar atenta y que me contara historias increíbles y de fantasía por el mero hecho de que estaba con mi sombrero de aventura puesto, creyéndome Dora la Exploradora.
Entramos al lago con olas de mar tranquilo, remando intensamente para ir acostumbrándonos al movimiento del agua esa mañana. El kayak era doble, así que la coordinación con mi novio fue practicada desde el inicio. Tú para acá y yo para allá. Muy bien coordinados como las aspas de un abánico 😉.
Luego de una buena y extensa remada entramos al canal y nos encontrábamos justo debajo de las paredes del Antílope. Aquí es que empezó lo bueno. Nos encontrábamos entre un gigante y su cuerpo nos abrazaba. La parte de abajo de sus paredes era más blanca por el nivel del agua que ha ido bajando en los últimos años. Los colores de arriba eran más intensos, más naranjas y rojos. El camino no era muy angosto, había espacio para kayaks y botes que nos encontramos en el camino. Eramos unos pocos disfrutando la mañana, allí en el canal el agua estaba más tranquila, fría, de color verde y no se podía ver el fondo.
Luego de una buena hora sin parar llegamos al fin de ese camino para bajarnos y estirar las piernas. Estacionamos los kayaks para caminar un poco el área del cañón que tenía arena bien cobriza. Allí nos explicaron los distintos tonos del cañón y los minerales que lo componían. Como unas manchas negras que decoraban las paredes y que eran ricas en minerales. La parada fue breve, tocaba regresar y volver a remar una hora y media más.
Fue un poco cansón, pero a mi la emoción y la naturaleza me dan más ánimo y alegría. Hay que fluir y coordinarse con el compañero para poder disfrutarlo y que no se vuelva una mala experiencia por el esfuerzo físico. Para mi fue tremendo workout, algunas 5 millas en total en unas 3 horas y media aproximadamente. La excursión la coordinamos con Kayak Powell y la recomiendo, más info de ella aquí.
¡En fin, todo fue una fiesta para mis sentidos, una experiencia agradable y diferente para conocer al famosísimo Antílope!
